En un diálogo artístico en el que muestra el encuentro, amistad y desencuentro entre   dos de los artistas más influyentes del siglo XX, se exhiben apartir de partir de este viernes 9 de junio en la exposición Picasso y Rivera: Conversaciones a través del tiempo, en el Palacio de Bellas Artes, la cual después de haberse presentado el año pasado en Los Angeles County Museum of Art, por fin llega a México y la integran 147 piezas entre pinturas, grabados y acuarelas (45 de Picasso y 54 de Rivera), así como esculturas grecorromanas y prehispánicas que reúne obras expuestas por primera vez en México que difícilmente podrán regresar al país, con obras provenientes de museos europeos, colecciones privadas y recintos nacionales, y planteada a través de cuatro secciones que va desde la formación académica de los artistas, su trabajo cubista, su interés en el clasicismo, a la reinterpretación de sus culturas originarias, en el periodo de 1900 a 1940.


La muestra estará abierta al público hasta el mes de septiembre, también estará acompañada de un programa de actividades que inicia a la par de esta exposición la cual abrió con una charla a las 17 horas, en el área de murales del recinto, a cargo de uno de los curadores de la exposición: Juan Coronel Rivera, nieto de Diego Rivera.



La exhibición se divide en cuatro secciones. El primer núcleo, Las academias, muestra la formación artística de ambos creadores. Se  aprecian las divergencias de sus contextos sociales y su manera personal de transformar lo aprendido en la Academia.

Los años cubistas,  en esta sección se podrán encontrar una serie de obras que muestran los encuentros artísticos entre los destacados pintores, así como sus acuerdos y desacuerdos cuando ambos vivían en París durante la Primera Guerra Mundial. En esos años, los artistas exploraron el cubismo. Mientras Rivera estudió y transformó las propuestas formales y teóricas de Picasso; el español expandió su propio entendimiento al conocer la original forma en la que Rivera ejercía su oficio.

El núcleo temático América y Europa en contraste refleja el momento en el que los artistas toman caminos distintos. Diego Rivera “cimentó su carrera sobre su identidad mexicana y como orgullo nacionalista” y Pablo Picasso “construyó su carrera a partir de cambios de identidad y de nacionalidad de española a francesa”.

La vuelta al clasicismo en Europa y América, en este último núcleo, se expone la etapa en la que Picasso y Rivera adoptaron una revalorización de la tradición clásica. En tanto que Picasso combinó a la perfección formas arcaicas y clásicas en sus pinturas neoclásicas, Rivera suplantó los valores clásicos basados en el canon estético grecorromano con la gran tradición escultórica de los mexicas. Este impulso de regresar a los valores universales y a la estética tradicional se conoció en Francia como rappel à l’ordre (retorno al orden).

Las obras destacadas son 16 grabados de la serie Suite Vollard de Picasso, y Hombre del cigarrillo de Rivera, obra que viajó desde Nueva York. También hay piezas que se exhiben por vez primera en México, como los cuadros cubistas Farola y guitarra (Gas-jet and Guitar) de Pablo Picasso y Composición cubista (naturaleza muerta con una botella de anís y  un tintero) de Diego Rivera.

Asi que no te quedes fuera, la obra sera expuesta al publico mexicano hasta el 10 de septiembre, los horarios son de martes a domingo, de 10 a 18 horas, el precio es bastante accesible: $60.00 pesos y la entrada es libre a estudiantes, maestros, INAPAM y empleados de la Secretaría de Cultura e INBA.

Por: Pik Nesta
Fotos: Goodtrips Productions (Cortesía)