Por: Fernando Tapia
Fotografía: Xelha Tlaloc Embarcadero.

Seguramente al leer el título del presente artículo puedas pensar que se trata de un escrito más a cerca de porque deberías de escribir tus propósitos y esperar mágicamente a que se manifiesten. Tal vez, te preguntes si vale la pena sentarte y plasmar tus objetivos una vez más. 

Verás, los propósitos de año nuevo están íntimamente ligados a los hábitos y rutinas que tenemos en nuestro diario vivir. Es entonces, que la razón por la cual muchas personas no consiguen sus metas, es debido a que no han adoptado el hábito que los guíe hacia ellas. Po lo cual, iniciar con antelación a redactar los planes que tienes en mente para el arranque del próximo año, y aunque suene trillado, es el primer paso para concretar tus objetivos. Sin embargo, a partir de aquí, es cuando existe el riesgo de que tus deseos se queden plasmados en una hoja de papel y se vuelvan deseos efímeros que nunca llegarán.

No tenemos que ir muy lejos para darnos cuenta de esto, seguramente lo habrás notado, y es que muchos gimnasios se atestan en el primer mes del año y eventualmente el flujo de gente disminuye con el paso de los días. Así mismo, en los centros de idiomas, las academias de baila, y la lista sigue y sigue. Pero, ¿por qué? ¿qué impide avanzar? Bueno, la respuesta es más simple de lo que te imaginas. Es verdad que la voluntad y la constancia juegan un papel significativo, sin embargo, hay un factor que va más allá de esto. La clave, la receta mágica se denomina método Kaizen o en otras palabras la mejora CONTINUA. 


El «método Kaizen» -«Kai» significa «cambio» mientras que « Zen» hace referencia a la sabiduría; tiene su origen en la cultura japonesa y consta básicamente de tres principios:  acciones concretas, simples y nada excesivas. Es por ello que una vez que tengas claro tus propósitos para el 2019, debes entonces iniciar con tu plan de actuación. Por ejemplo, si se trata de cuidar tu alimentación, empieza por agregar alguna fruta o verdura a tu ya existente dieta y poco a poco ve combinando los alimentos. No olvides que consultar a un especialista siempre deberá ser tu prioridad. 

Ahora bien, sí se trata de iniciar una vida más activa o deportiva, inicia con pequeñas caminatas de 5,10 o 15 minutos al día. Sí es una cuestión de aprender idiomas, descarga alguna app que te acompañe en el proceso, aprende una palabra por día, ve tus series favoritas en inglés, etc.

En otras palabras, construye tu meta lentamente pero constante. Busca siempre ayuda de algún profesional que te apoye en el proceso, se paciente contigo y cada vez que quieras rendirte, recuerda que hay una razón que te impulso a iniciar. 

Es cuestión de tiempo, pero dedicarle unos minutos que eventualmente se volverán horas, días y posteriormente semanas te llevará a romper con el patrón que te ha mantenido estancado y en su momento te darás cuenta que ya has avanzado. Recuerda este viejo refrán: “El camino más largo, empieza con un solo paso”